Nos guste o no, la rabia, la tristeza o la frustración forman parte de nuestra vida. Cuando sentimos estas emociones, a veces, tendemos a aislarnos y si alguien quiere conectar con nosotros (por ejemplo nuestra pareja) nos sentimos invadidos y reaccionamos dándole una respuesta airada. Otras veces, por el contrario, buscamos desesperadamente la compañía de un amigo o de nuestra pareja, pero no para contarle cómo nos sentimos, sino para proyectar en él o ella estas emociones. Cuando la otra persona siente que estamos proyectando en ella nuestro malestar se suele proteger reaccionando de igual manera contra nosotros.

Todas estas reacciones automáticas e inconscientes provocan mucho dolor y contribuyen a deteriorar nuestras relaciones. 

Una relación de codependencia es aquella en la que las personas que interactúan no se responsabilizan de sus heridas internas y utilizan al otro de manera inconsciente para escapar del malestar de sus heridas.

Darnos cuenta de cómo utilizamos al  otro para no sentir lo que ocurre en nuestro interior es el primer paso para empezar a generar relaciones más sanas y nutritivas.

Octavio: Tel. 722185734

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